Presente en las dietas de muchos organismos modificados genéticamente (OMG) son favorecidos por las características deseadas de la manipulación genética. Ya los alimentos modificados genéticamente obtener ADN de otros organismos, incluso puede ser de diferentes especies.
Actualmente, veintisiete países crecen las plantas transgénicas. Si se sumara todas las ganancias derivadas de la primera cosecha transgénica, la biotecnología ya ha traído en 123 millones de hectáreas de áreas plantadas en el mundo, el equivalente del estado de Pará tamaño.
Brasil es el segundo mayor productor de transgénicos en el mundo, con 40, 3 millones de hectáreas plantadas; en primer lugar viene Estados Unidos con 70, 2 millones. La perspectiva brasileña es que la adopción de soja transgénica crecerá en los próximos años, alcanzando 95% de la superficie sembrada, la asignación de sólo el 5% restante a la producción de granos orgánicos convencionales.
De acuerdo con la CTNBio, las evaluaciones de seguridad de GM siguen los estándares internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, ambas entidades mostraron apoyo a los alimentos modificados genéticamente. Desde 2005, corresponde a la CNTBio (Ley 11.105 / 05) el análisis técnico de la bioseguridad del OMG bajo el aspecto de salud humana, vegetal y ambiental.
Los gobiernos, en general, argumentan los transgénicos afirmando que con la modificación genética es posible crear cultivos con mejores valores nutricionales, con períodos de validez mayor, aumentando su productividad, debido a los genes que pueden ser utilizados para la resistencia a las plagas, productos químicos y para mejorar la calidad de los alimentos.
Pero no es así como apuntan algunos estudios. Los riesgos de los OMG para la salud humana o animal son todavía prematuro y la investigación cuestionable. productos transgénicos pueden causar alergias en personas susceptibles a la resistencia a los antibióticos. Para la economía, la mayor preocupación es el monopolio de los transgénicos, ya que este tipo de cultivo ha ido en aumento en el mundo. De lo contrario, la biotecnología también socava las técnicas agrícolas ancestrales que vivieron de una manera equilibrada con el entorno familiar y social. Otro punto de vista importante a resaltar es la preocupación por la posible superposición de las especies GM sobre las naturales, pudiendo causar la extinción de las especies originales.
Los Estados deberían estar atentos al permitir investigaciones y plantíos en sus territorios. En Brasil, hay una lista de espera para el análisis por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad. La lista es nuevas variaciones a transgénico tradicional como la soja, maíz, algodón y variedades como el eucalipto, la lechuga y caña de azúcar. Hasta ahora, la Comisión ha aprobado el uso de 58 productos genéticamente modificados, incluyendo vacunas.
Y así la biotecnología va lejos, mientras que todavía debería ser muy discutida.