Dice el dicho popular que "cara fea es hambre" y, de hecho, la voz el pueblo es la voz de Dios! Usted es ese tipo de persona que se queda insoportablemente malhumorado cuando tiene hambre? ¡Pues sepa que usted no es el único y que, además, esa característica es bastante común y la ciencia explica!
Hay incluso una expresión en Inglés para definir este tipo de irritabilidad, "hangry", que es la fusión de "enojado" (enojado, enojado) y "hambre" (hambre). En un informe de la BBC para tratar de comprender mejor la relación entre el hambre y la ira, profesor de nutrición y dietética en el King 's College de Londres Sophie Medlin confirmó lo que el sentido común ya sabe: "Durante mucho tiempo, la ciencia sabe que el hambre causa irritación ".
La explicación de este sentimiento, según el profesor, es que cuando tenemos hambre, el nivel de azúcar cae y eleva los niveles de cortisol y adrenalina - las hormonas del estrés. El cuerpo también necesita reponer más energía con más comida, lo que conduce a las neuronas para liberar neuropéptidos - sustancias que causan la sensación de hambre en el cerebro. "Los (neuropéptidos) que provocan el hambre son los mismos que provocan irritación, rabia y comportamientos impulsivos, así que es por eso que usted tiene este mismo tipo de respuesta", explica Medlin.
¿Quién es más enojado? Hombre x Mujer
Los medios comúnmente suele asociar ese "problema" a las mujeres, creando el estereotipo de que, cuando la mujer se adhiere, se vuelve "insoportable". Es que la irritabilidad provocada por el hambre es común a todos los seres humanos.
Tanto es cierto que Medlin dice que "esto puede suceder con cualquiera y, tal vez, desde el punto de vista de la neurociencia, sea más probable que suceda con hombres que con mujeres". Eso es porque los hombres tienen más receptores de neuropéptidos que las mujeres. Estas sustancias, además, "se ven afectadas por cosas como la fluctuación de estrógeno, entonces, puede suceder que las mujeres sienten 'hanger' en momentos diferentes de su ciclo.
Sin embargo, desde un punto de vista científico, son los hombres más susceptibles consiguen el hambre nerviosa debido a los altos niveles de testosterona combinado con el mayor número de destinatarios.
Aunque esta "neurosis" sea estigmatizada como una característica femenina, la relación del ser humano con la comida es complicada, de acuerdo con Medlin, causando hasta impactos en su vida social. Según ella, los niveles bajos de azúcar en sangre se han relacionado con la agresión entre parejas en una encuesta reciente.
En el estudio, los participantes tenían que meter alfileres en un muñeco, que representaba a su pareja. El número de alfileres introducidos en el muñeco variaba de acuerdo con el nivel de irritación del participante, que, además, emitió sonidos dirigidos al compañero, que usaba un auricular. Durante ese experimento, los niveles de azúcar en la sangre fueron medidos.
El resultado fue que los participantes con bajos niveles de glucosa alfileron mucho más los muñecos, además de emitir más gritos y con mayor volumen contra sus cónyuges.
¿Es posible evitar el "hangry"?
La buena noticia es que si usted consigue elevar y mantener los niveles de azúcar en la sangre, el "hangry" puede ser evitado. Es decir, la clave es no ir demasiado tiempo sin comer entre cada comida. Una comida rápida o un bocadillo ayudan a mantener el "buen humor".
De todos modos, cuando conocemos nuestro cuerpo, sabemos interpretar los signos de hambre. Hay personas que consiguen quedarse más tiempo sin comer que otras, después de todo, cada organismo funciona de una manera. Pero es sabido que quedarse mucho tiempo sin comer hace que, en la próxima comida, exageremos. Como todo en la vida, mantener el equilibrio es una buena cuenta para mantenernos sanos.