¿Alguna vez has oído la expresión "padre-helicóptero"? Ella puede hasta sonar extraña, pero sus características pueden ser bastante comunes.
chopper de la paternidad es una expresión utilizada para referirse al comportamiento de los padres sobreprotectores, que puede ser extremadamente perjudicial para los niños.
De acuerdo a los autores de un estudio de la Universidad de Minnesota, publicado en la revista Developmental Psychology, "Los padres sobreprotectores y ultracontroladores pueden tener un efecto muy negativo que afecta el desarrollo del niño para hacer frente adecuadamente con sus emociones y comportamientos." La encuesta también muestra que los niños con padres que tienen este perfil son a menudo apenas capaz de hacer frente a los desafíos naturales de su propio crecimiento, como socializar, hacer amigos y aprender.
Características de la paternidad-helicóptero
Padres y helicópteros placas base están controlando de forma continua a los niños, lo que interfiere en sus acciones. Están siempre dispuestos a intervenir para ayudar a los hijos a resolver cualquier dificultad, sobre todo en el ámbito escolar. Al igual que los helicópteros, estos padres siempre están sobrevolando la cabeza de los hijos, tratando de satisfacer todas las necesidades de ellos.
Para los autores del estudio, este comportamiento familiar puede generar diferentes reacciones en los niños: "Algunas se vuelven desafiadoras con respecto a los padres, otros simplemente apáticos o se muestran muy frustrados", explican a El País.
Esta superprotección hace que los hijos tengan dificultades para lidiar con sus propias emociones, sentimientos, cambios de humor, además de miedo a enfrentar desafíos.
Que hacer
En la opinión de los investigadores, los padres deben tener actitudes más estimulantes, sin perder la afectividad, como:
- Ser sensible a las necesidades de sus hijos, reconociendo sus habilidades en frente de diferentes situaciones;
- Pasar el niño, pero sin interferir o resolver el problema que se puso. Esto hace que el niño sea autónoma para resolver dilemas, ayudando en su desarrollo mental y físico y en la mejora de las relaciones sociales y de los resultados escolares.
- No restringir las oportunidades de los niños.
- Ayudar a los niños a controlar sus emociones. Una buena conversación es fundamental para que los niños entiendan lo que sienten y sepan las consecuencias de sus comportamientos.
La conclusión de la investigación es que, de hecho, que más necesita ser educado son los padres acerca de conceptos tales como la autonomía y emocionales retos, para animar a los niños a valorar positivamente la confrontación.
Aunque los padres son bien intencionados ser sobreprotector, este comportamiento puede conducir a la ansiedad, la agresividad e incluso la depresión en los niños.
La búsqueda
Participaron del estudio 422 niños (niños y niñas) de diferentes franjas etarias y condiciones económicas en tres etapas de evaluación: a los 2, 5 y 10 años de edad.
El análisis de la encuesta se construye a partir de los 10 años de interacciones entre padres e hijos, informes de los profesores y la narrativa propia de los niños a lo largo de este período.
Las pruebas consistieron en la simulación de burla todos los días que los padres y los niños estaban en casa. A los 2 años, el control excesivo de los padres estaba asociado a una regulación de la emotividad y del comportamiento peores cuando los niños llegaban a los 5 años. Ya cuando la regulación emocional era mayor a los 5 años, disminuía la posibilidad de problemas emocionales y aumentaba la probabilidad de que tuvieran disturbios emocionales y fueran más creativos en la escuela a los 10. En esta edad, aquellos niños que conseguían controlar mejor sus impulsos presentaron menor probabilidad de sufrir problemas emocionales y de tener un buen desempeño en la escuela.
Estos resultados ya se han concluido con otras investigaciones previas que han indicado los problemas planteados por la sobreprotección de los padres. Una encuesta de 2016 decía que "los niños con padres intrusos y controladores, aquellos que presionan mucho a los hijos a obtener buenas notas, pueden ser más propensos a llegar a ser altamente autocríticos, ansiosos y deprimidos" y otra de 2017 concluyó que este comportamiento podía ser perjudicial para su capacidad de desarrollar mecanismos de confrontación efectivos para resolver conflictos y lidiar con los factores de estrés de la vida cotidiana.
El psicólogo español Jesús Matos, no es la sobreprotección que es bueno para los niños, pero una educación que implica el apoyo y límites. Los padres pueden y deben ayudar a los niños a resolver cualquier conflicto o problema, siempre y cuando hay una implicación directa de ellos en la tarea, para que entiendan la importancia del esfuerzo, la recompensa, la participación y la frustración.
La diferencia entre protección y sobreprotección
¿Cómo saber si las actitudes de un padre y de una madre son protectoras o superprotectoras? La psicóloga Joyce Bruxel, en su sitio, ayuda a delimitar algunas diferencias.
A veces es difícil para los padres y las madres establecer un límite entre estos dos dominios. La protección es vital para los niños. Es ella la que hace que, saludablemente, se sientan protegidas y seguras. Sin embargo, cuando algunos cuidados se vuelven constantes y exagerados, los padres pueden estar con algún síndrome obsesivo, llegando a interferir en la relación familiar.
Cuando un padre o una madre vienen a vivir por el niño puede ser una señal de advertencia. ¿Que significa eso? Una educación que, lejos de ser liberadora, es cercadora y aprisionadora, pues impide que el niño golpee y, también, erre, afectando su desarrollo emocional y cognitivo.
Cuando los padres evitar que sus hijos a actuar por sí mismos, no están ahorrando una lesión, pero, al privarles de cualquier frustración, están dejando que ellos tratan, hacer que de nuevo, hacer esfuerzos, es decir, el mensaje que alcanza el niño es que ella no es capaz o no lo suficientemente bueno. El resultado es que el niño puede convertirse en una persona extremadamente insegura.
Algunas actitudes demuestran ese cuidado excesivo, como cierto modo de hablar con los hijos. El lenguaje infantil se utiliza para los bebés no se debe hablar cuando el niño ha pasado esa etapa. La voz infantil o la pronunciación "equivocada" de palabras son algunas formas de tratar al niño como un bebé por el lenguaje.
Algunas tareas se pueden realizar ahora por el niño solo, la forma de organizar su propia cama, atar los cordones de los zapatos, vestirse. No haga por ellas aquello que ellas tienen perfectas condiciones de ejecutar.
Cuando los niños están jugando, saber que es perfectamente normal que van a hacer daño, ya sea solo o con otros niños. Un cero y un color púrpura son marcas que dicen que el niño está jugando y tratando de ver el mundo. Esto no quiere decir que los padres no deban establecer límites para los horarios de los juegos o dejar que los niños jueguen en lugares sabiamente inseguros. Sin embargo, "cuidados exagerados" no deben ser naturalizados como "medidas preventivas".
Los niños, así como el afecto, apoyo y atención, necesitan límites. Es decir, ellas necesitan saber cuáles son las reglas del juego de la vida. Grados, ellas van conquistando sus libertades al aprender las consecuencias de sus actos.
Los padres también tienen que entender que no tienen un "hijo perfecto". El amor de los padres puede ser incondicional, pero el mundo no es - y los niños necesitan ser preparados para lidiar con esa frustración. ¿Cómo? Conocerse a sí mismos, sus puntos fuertes y débiles, que sólo puede suceder, ya que se trata de vivir con las pérdidas y ganancias que guardia de la vida para cada uno de nosotros.
En lugar de tratar de dar forma a "hijo perfecto", la forma de poner en práctica los valores más reales, la forma de cuidar de él para ser honesta, solidaria, segura y responsable con su entorno? El Buru-Newshizo una historia sobre la investigación que se intentó identificar los estilos de crianza. Merece la pena echar un vistazo aquí → hayan quedado a la derecha si lo que los niños?
Los hijos necesitan saber que los padres están cerca, y no sentirlos como sus sombras.
Déjelos ser quienes ellos son y apoyan en ese descubrimiento.
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