Uno de los nombres más representativos del siglo XX con el feminismo es sin duda el filósofo Simone de Beauvoir. No porque otras mujeres no han analizado la situación de la mujer y luchado por los derechos de las mujeres, tales como Hannah Arendt; Virginia Woolf; Patrícia Rehder Galvão, la Pagu; Voltairine de Cleyre; Judith Butler; entre muchos otros que tomaron parte en los movimientos sociales, tales como las sufragistas, y los que, incluso individualmente, resisten y luchan para poner fin a la opresión y por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.
Sin embargo, Simone de Beauvoir se convirtió en símbolo del feminismo en todo el mundo. Nació en París y esta ciudad estudió filosofía en la Universidad de París (Sorbona), donde se reunió con otros intelectuales importantes, incluyendo a su compañero de vida, compañero filósofo Jean-Paul Sartre en 1929. Él participó en el círculo de pensadores existencialistas.
Escribió sobre la filosofía, la política y la sociedad en diversos géneros y se convirtió así - conocido por su tratado sobre el feminismo, El segundo sexo (1949), que analiza la opresión de las mujeres. Sus novelas La pensión y las mandarinas también son bien conocidos.
Su libro "La mujer decepcionante" cuenta tres historias que se narran en primera persona, en la que sus protagonistas reflexionan sobre la condición social de las mujeres de sus propias vidas. Se abordan diferentes temas: soledad, maternidad, fracaso, relaciones, verdad, envejecimiento.
Las tres mujeres tienen en común la dificultad de hacer frente a cuestiones que no entienden bien, sus actitudes y otras parecer extraño para ellos. En medio de la confusión, ellas buscan por alguna identidad, que se perdió.
En la primera historia, "La edad de la discreción", la mujer trata de hacer frente al envejecimiento de la fatalidad y sus implicaciones. Ella nos dice: "los libros me salvaron de la desesperación".
En "Monólogo", la mujer establece un monólogo desgarrador sobre la soledad, para lo cual lanzó su egoísmo: "Pero no siempre se puede conseguir, también hay que saber dar."
Por último, en "La mujer decepcionado", cuya expresión se resume toda de ellos, una mujer escribe en su diario y se encuentra analizando el ciclo de dependencia civil derivada de la elección de su vida. Ella constata: "el tiempo pasa".
Simone recibió en 1954 el premio literario Goncourt, uno de los más importantes de Francia. Falleció en 1986, a los 78 años de edad, debido al agravamiento de una neumonía, pero su presencia reverbera entre nosotros por la necesidad de mantener viva su lucha por el fin de la desigualdad entre mujeres y hombres.
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